martes, 9 de noviembre de 2010

Testigos

Es como despertar
sin miedos ni dolores
ni preguntas ni dudas
ni penas ni temores.

Es cómo un día que nace
lleno de horas
para cantarle
a tu aurora.

Por el rayo de sol
de días dejado
que detrás de tus ojos
se ha quedado nublado.

Por la brizna de viento
que acompaña a tu voz
bailando como suspiro
y rodando los cielos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario