domingo, 29 de mayo de 2011

El Perdedor.

Presté mi vida
a un bello sueño,
pero se despertó
y quedó deshecho.

Aposté mis años
y al resultar ganador,
abandoné la colecta
en el mostrador.

Me siguieron los tiempos
y todos sus fracasos,
y los míos también,
con sus tristes brazos.

Mil veces prefiero
que olviden mi nombre
a vencer en el juego
que juegan los hombres.

Mil veces prefiero
hacer valer
cada lágrima
y su fútil caer.

Mil veces prefiero
quedarme sin versos
y quedar sin amor
y quedar sin lucero.

domingo, 15 de mayo de 2011

En la vecindad de los finales.

Los muertos se envían cartas
en las que no dicen nada.
Nadie puede leer lo que escriben,
sus letras quedaron abandonadas.

Yacen a la sombra del vacío,
en tumbas de paredes invisibles,
ignorantes de los días que pasan,
a toda luz insensibles.

Ojalá no fueran tantos
y no reinaran este mundo
como siervos de los dueños
de intereses vagabundos.

sábado, 7 de mayo de 2011

Las aves del fin del mundo.

¡Mira como vuelan,
el aire es su reino!
Se llevan la primavera
y todo lo eterno.

Los azules y los blancos
callan como fantasmas.
¡Cuando ellas cantan
se acaban las danzas!

Yo las miro pasar
con piedad de sus presas.
¡Tu las miras y ríes
pues vuelas con ellas!

domingo, 1 de mayo de 2011

Una historia, o muchas.

En una esquina se sienta la memoria
a arroparse en el manto del ayer.
Todos los días que se han ido
a su lado se empiezan a parecer.

En otra esquina se sienta el futuro
a ser una sombra inasible,
indeciso en su convicción
de existir inaccesible.

En otra esquina se sientan mis sueños
a conversar con mis pesadillas,
pues ambos tienen la condena
de sentarse en la peor de las sillas.

En otra esquina se sienta la vida
que transcurre briosa y decidida.
Jamás podré entenderla como es,
¡No entiendo nada si no es una fantasía!