domingo, 7 de febrero de 2010

Durante Días y Días

Te vístes con el aire
y te cubres de tormenta,
con tu risa clara
y tu mirada amarillenta.

Muchos días te han cansado
y más se esconde en tu pecho,
lleno de orgullo y desafío,
de tus horas al acecho.

De tarde eres lucero,
a la noche eres luna,
siempre en mi cielo,
perdida en la altura,

Adonde no llega mi voz,
adonde vuelas libre,
adonde eres un regalo
de otro canto inaudible.

Quieran las estrellas
esta música llevarte,
pues eres como ellas,
luces, puras y abisales.

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