Soñé con una noche
donde las estrellas
se apagaban una a una.
Y nosotros contábamos
miles de historias
mirando al cielo
con desasosiego.
La luna nos miraba
en silencio.
Y las estrellas
se apagaban
una por una.
Hasta que la luna
quedó sola,
blanca soberana
de lo negro.
Y nuestras historias
tejieron un manto
que nos abrazó
en silencio.
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