En una esquina se sienta la memoria
a arroparse en el manto del ayer.
Todos los días que se han ido
a su lado se empiezan a parecer.
En otra esquina se sienta el futuro
a ser una sombra inasible,
indeciso en su convicción
de existir inaccesible.
En otra esquina se sientan mis sueños
a conversar con mis pesadillas,
pues ambos tienen la condena
de sentarse en la peor de las sillas.
En otra esquina se sienta la vida
que transcurre briosa y decidida.
Jamás podré entenderla como es,
¡No entiendo nada si no es una fantasía!
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