En la cima
de la colina
hay un árbol.
Me pregunto
si es un roble
o un manzano.
El cielo descansa
sobre su columna
de mármol.
Mi vista se acaba
en su verde
hartazgo.
De las preguntas
que quiero hacerle,
solo una callo.
Y de lo que él
a veces dice,
todo es amargo.
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