Era un sueño solitario.
Como alma que lleva el viento.
Ante horrores era temerario.
Sorteaba males de a cientos.
¡Como si pudieran tocarlo!
En él vivían mil flores.
Y todos querían soñarlo.
Querían soñar con sus colores.
Era hijo de un mundo mejor.
Vivía siempre en la hora última.
Era hijo de la locura.
Vivía de promesas y de música.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario