No escuches los versos
de aquel juglar artista,
que es como mirar la mano
del ilusionista:
su único fin es desviar
la vista de la trampa.
No, no escuches su gesta
de héroes y heroínas,
su relato de pasiones,
de triunfos y caídas,
que la verdadera historia
está detrás de la que canta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario