Ahora que nuestros días
dócilmente se han vestido
con señales equívocas
y velocidad y ruido,
y hemos visto al mundo
llenarse de instituciones,
propagandas, fachadas,
y ubicuas convenciones,
yo me siento afortunado
que lo que no ha querido
llevarse o quitarme
por desinterés u olvido
es lo que me hace libre,
es lo que me hace fuerte,
es por una vez nimio,
y por muchas más, altivo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me gusta!
ResponderEliminar